¿A quién no le gustaba Garfield cuándo eramos pequeños? E incluso no tan pequeños.......
Bueno si te gustaba tanto como a mi sabrás que a este gato de pelaje naranja le encantaba comer lasaña, un plato típico en Italia que son capas de carne separadas por pasta y con una capa de queso por encima.
Hoy os enseñare como prepararla.
- Carne picada mezcla de ternera y de cerdo.

- Un ajo.
- Pimienta negra molida-
- Tomate triturado.
- Bases de pasta para canalones. (Aunque
los podéis sustituir por bases de pasta para
lasaña)
- Vino blanco.
- Queso en lonchas.
- Mantequilla.
- Leche.
- Harina de trigo.
- Nuez moscada.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal.
- Queso rallado.
Elaboración:
Comenzamos picando la cebolla en trocitos pequeños y el ajo. En una sarten con aceite caliente echamos la cebolla y el ajo picados y dejamos que se sofrían.
Aparte: En una cazuela grande echamos agua y la ponemos a calentar hasta que hierva. Cuándo hierva añadiremos las bases de pasta una a una. Añadir un poco de aceite en el agua para que no se peguen las bases entre ellas.
Volvemos a la sarten. Cuando la cebolla y el ajo estén sofritos se añade la carne y una pizca de sal a gusto de cada uno y mezclamos hasta que la carne este hecha sin dejar de revolver.
Añadimos una pizca de pimienta y un vaso pequeño de vino blanco. Mezclamos y esperamos a que el vino se evapore.
Cuándo este evaporado el vino añadimos el tomate. Añádelo poco a poco hasta que veas que es la textura que deseas, ni muy seco ni muy líquido, porque tiene que quedar entre las capas de pasta sin escurrirse.
Si echas el tomate sin que se haya evaporado del todo el vino (que es lo que me paso a mi esta vez), tendrás que dejar que se evapore con el jugo del tomate.
Cuándo tenga una pinta parecida a esa bajamos el fuego y dejamos que se haga poco a poco.
Ya tengo las bases de pasta hechas. Entonces hay que poner la cazuela debajo del grifo e ir intercambiando el agua caliente por agua fría, así paramos la cocción de la pasta. ¡No hay que colar la pasta!
Preparamos la bechamel.
En una cazuela mediana ponemos la mantequilla y dejamos que esta se derrita. Cuándo esté, se le añade la harina y se mezcla con una varilla. Se forma una masilla y añadimos poco a poco la leche sin dejar de revolver. Cuándo este todo bien integrado añadimos la sal y la nuez moscada y revolvemos para mezclar esos ingredientes.
Ya tenemos todo lo que necesitamos para la lasaña: La bechamel, las bases de pasta, la carne picada y el queso.
Antes de hacer nada vamos a poner a pre-calentar el horno a 200º.
En el recipiente para el horno: Untamos la base con bechamel y seguido ponemos bases de pasta hasta cubrir la superficie. Después añadimos parte de la carne con cebolla y repartimos. A continuación ponemos unas lonchas de queso que lo cubran todo y volvemos a empezar: Base de pasta, carne, queso, base de pasta, carne, queso...así hasta que se nos agote todo o lleguemos al tope del recipiente. Cuándo esto ocurra añadimos el resto de la bechamel por encima y repartimos. Para finalizar añadimos una capa de queso rallado y metemos en el horno durante unos 30 minutos.
Pasado ese tiempo retiramos del horno, esperamos a que se enfríe un poco y a disfrutarlo.
Ya veis que pinta tiene y os puedo asegurar que esta de muerte.
No es una receta muy fácil pero merece la pena.
Mis padres dicen que este es mi plato estrella. De tanto hacerla se va perfeccionando y cada vez que la hago voy innovando...
Os animo a que la probéis a preparar en casa y que me digáis en los comentarios cualquier duda o como os a quedado a vosotros.
Nos vemos en la próxima receta.
j´aime les lasagnes!!
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